El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida. Al menos eso dice la Wikipedia, que en esto de definir cosas se lleva la palma.
Hoy me he levantado con una frase en la cabeza de mi abuelo materno (como una canción de esas pegadizas), que me decía en ocasiones.
Antonio, así se llamaba, solía decirme: «A un hombre se le conoce por sus zapatos». Ahora con cuarenta años veo la grandeza de lo simple en su razonamiento.
Después, paseando en mi campo y mirando los frutales que empiezan a despertar, mi cabeza me ha vuelto a llevar a mi otro abuelo. A él le debo mi nombre y alguna otra cosa más de agradecer.
De mi abuelo Antonio no tengo muchas fotos, pero de mi abuelo Andrés guardo especial cariño a esta foto.
Creo que a un hombre también se le conoce por sus manos. Haz la prueba, sostén la mano de alguien cercano a ti y obsérvala con detenimiento. Es un momento muy íntimo.